Homenaje al Parque de Atracciones de Montjuic

Esta web narra toda la historia del Parque de Atracciones de Montjuic, una de las grandes opciones de ocio de las que disfrutó Barcelona desde su inauguración, en 1966 hasta su cierre definitivo, en 1998.

Lágrimas de cocodrilo

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Lágrimas de cocodrilo. La Vanguardia 31-10-1998
Marta Ricart (Barcelona)

Lágrimas de cocodrilo

Una gran grúa desmantela el Boomerang, la última atracción que estrenó el parque.

Lo que fue el parque de atracciones de Montjuic se repartirá pieza a pieza por todo el mundo. Lágrimas de cocodrilo. A quienes entristeció el cierre del parque, el pasado 27 de septiembre, después de 32 años en funcionamiento, quizás les duela menos al saber que las montañas rusas, el pulpo, los trenes y autos de choque o las divertidas figuras no se olvidarán en un almacén ni reducirán a chatarra, sino que habrá quien continuará disfrutando de ellas.

Las grandes atracciones como el Boomerang o el Vikingo irán a parques extranjeros y las más pequeñas a ferias.

Las atracciones, algunas de las cuales harían las delicias de nostálgicos y coleccionistas, irán a parar a parques y ferias de todos los tipos. Así, según fuentes de las empresas que trabajan en el desmantelamiento del parque, de las grandes instalaciones, el Boomerang, por ejemplo, la última atracción que se estrenó, se enviará a Nueva Orleáns (Estados Unidos) o el Vikingo, a La Habana (Cuba). Más cerca se quedará la gran noria, que irá a un recinto español, a Benalmádena (Málaga). Ninguna pieza irá al Tibidabo. Parques de Bulgaria y de otros países del Este también recibirán algunas atracciones.

No les importa que estén un poco anticuadas. Al parecer, todas las piezas están ya vendidas a grandes parques o a pequeñas ferias, según explica Javier Fernández, técnico del Ayuntamiento que supervisa los trabajos y que cuenta que ya intervino hace tres decenios en el montaje del recinto.

La empresa que explotaba el parque es responsable de su desmantelamiento, aunque no explica los detalles. Hace unos días ya se comenzó a retirar una de las pequeñas atracciones y esta semana se ha trabajado en desmontar el Boomerang, instalado antes de los Juegos Olímpicos y que causó gran sensación.

El desmantelamiento no es sencillo, pues la atracción se reduce a múltiples piezas, más manejables, pero de varias toneladas de peso cada una, que se deberán llevar hasta el puerto, se estima que se necesitarán unos 40 viajes en camión para transportarlas en barco a Nueva Orleans.

Varias empresas especializadas, de grúas y de transporte, entre ellas una canadiense, y coordinadas por la barcelonesa Universal Trade Transport, se encargan de la retirada y traslado, explica Josep Lluís Cano, de la firma.

Recorte de prensa Lágrimas de cocodrilo facilitado por Jose Pérez.

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