Homenaje al Parque de Atracciones de Montjuic

Esta web narra toda la historia del Parque de Atracciones de Montjuic, una de las grandes opciones de ocio de las que disfrutó Barcelona desde su inauguración, en 1966 hasta su cierre definitivo, en 1998.

Hace diez años que cerró el Parque de Montjuïc pero muchos aun nos acordamos

12 minutos de lectura

Hace diez años que cerró el Parque de Montjuïc. Barcelona  27-09- 2008   (Achus! Noticias de Parques Temáticos)

Hoy, diez años después del cierre del Parque de Atracciones de Montjuic, un grupo de nostálgicos mantienen vivo el parque.

Todo empezó hace un par de años, cuando unos pocos crearon la web https://www.achus.biz con la intención de rememorar las emociones vividas, y con unas pocas fotos y unos cuantos datos dieron lugar, con el tiempo, a un verdadero archivo popular del parque de atracciones de Montjuïc.

Poco a poco se han ido adhiriendo más aficionados, y regularmente quedan en el propio parque para rescatar más recuerdos mientras pasean por los silenciosos jardines, los mismos que en otros tiempos estuvieran atestados de griterío, sirenas y alegría.

Este año, los aficionados al Parque de atracciones de Montjuïc no celebran los diez años de su clausura, tan sólo celebran que diez años después de su cierre, el parque sigue vivo.

Algunos de estos aficionados nos han comentado sus experiencias y las quieren hacer públicas desde esta web.

Raúl nos dice

Recuerdo ir de pequeño con mis padres, esperaba cada verano para ir una o dos veces. El día que iba se formaba una gran expectación, recuerdo que casi no comía al mediodía.

Después pillábamos el coche y hacia el parque. Una vez dentro, pues ya ves, vamos aquí, vamos allá… Las actuaciones se me hacían pesadísimas, claro, yo quería atracciones. Me encantaban los autos de choque pequeños; repetía una y otra vez, de ahí la ventaja del superbono.

El tren fantasma me daba pavor, y esperábamos en la cola pensando en el coche que nos iba a tocar. Y así hasta que escuchaba las fatídicas palabras de mis padres: «Nos vamos ya». Al escuchar esas palabras, me corría un sudor frío y subía las escaleras de la entrada llorando; no sé, me daba pena abandonar el parque. Esto hasta una edad casi seria, hasta los 9 o 10 años.

Después pusieron el boomerang, vaya pasada para la época. También recuerdo el olor de óxido que se te quedaba en las manos por el sudor a causa de agarrarte a las barras de las atracciones. Mi última vez fue unos días antes del cierre, hace ya casi 10 años. Con su cierre se fueron muy buenos ratos, recuerdos con mi familia y amigos.

Yo me lo pasaba muy bien, se me pasaba volando el tiempo que estaba allí. Recuerdo al irme cada vez, dejar atrás todas esas luces que me esperarían el próximo año. A partir de ese día del 1998, ya no las vi brillar más.

Pero en internet encontré una página en la que gracias a unas personas estupendas el parque brilla otra vez en mi recuerdo; lágrimas al subir por las escaleras, olor de óxido en las manos, nervios por subir a todas las atracciones,…

Juan Castillo nos cuenta…

Uno de los componentes de este pequeño grupo, nos dice que si había un sitio en Barcelona donde era posible reír, gritar, asustarse, emocionarse, enamorarse, y disfrutar… hoy en día ya no existe. Pero vamos a detenernos un momento para pensar más allá de lo que vemos y lo que tocamos.

Estoy hablando del Parque de Atracciones de Montjuic. De pequeño era mi preferido. Siempre que pasábamos con el coche de mis padres por la puerta (numerosas veces, porque mis abuelos vivían por la zona), me quedaba contemplando los loopings del Boomerang, la Noria, la parte alta de los Jets y todo lo que sobresalía por encima de los árboles. No se veía el Tren fantasma desde ninguna carretera, pero el saber que estaba ahí, en el rincón más inferior del parque, me daba una especie de cosquilleo en el interior. En efecto, ese parque tenía magia en cada uno de sus espacios y se sentía fácilmente.

No era un cúmulo de atracciones puestas sin ton ni son… cada una parecía estar en perfecta armonía con las otras. Eran grandes, fuertes, y con los años fueron adquiriendo majestuosidad y un aire de decadencia (el pensar que venían de los 70’-80’s le daban una magia especial). Yo solo viví la etapa desde el 84 hasta el 98, suficiente para admirarlo y disfrutarlo las veces que fui. Insuficiente frente al dolor de cuando lo quitaron.

Mi padre me había hablado de un tren del terror, unos vagoncitos que entraban en un túnel y salían brujas, monstruos y sonidos de pesadilla. Yo tendría unos 5 años o quizás un poco menos. No pude dormir, al día siguiente me iban a llevar al parque por primera vez y no podía esperar.

Tengo recuerdos borrosos de ese día, sé que era muy soleado, que nos acompañaba mi tía, que nos subimos en las Tazas, en el Zig-Zag, en la montaña rusa infantil (donde a ella le vino un ataque de nervios y se quería poner de pie para bajarse y mi madre enfadada la sentaba). Justo después, recuerdo ver el Tren Fantasma desde la planta infantil, justamente donde estaba el cohete. Recuerdo mirar hacia abajo mientras mi padre me sujetaba, y ver a la gente haciendo cola para entrar. Miré a un lado y vi un inmenso grillo negro moviendo sus patas y antenas. Un búho, un águila… una especie de serpiente marina… me puse muy nervioso, me quería ir de ahí, porque pensaba que la bruja que había dentro iba a salir por la puerta de un momento a otro.

Recuerdo que me impresionó el haber visto una Ballena-Restaurante en la puerta, y que a los empleados y clientes no les diese miedo estar justo al lado del infierno ese.

A los años vi un especial en casa de mis tíos, en el Canal +, donde anunciaban a bombo y platillo la incorporación del Boomerang al parque. Recuerdo que se veían las cámaras subidas enfocando a la gente gritando, y acordamos  volver a ir. Esta vez sí que me monte en el Tren Fantasma. Recuerdo estar sentado en los vagoncitos con mi madre, esperando a que nos tocase el turno para entrar. Iban avanzando poco a poco, y entraban con un estruendo y un portazo al interior. Estaba nervioso. Recuerdo que cuando estábamos justo en la puerta, mi madre dijo: ya nos toca a nosotros… y me puse más nervioso aún. Había un lagarto justo encima, con una pinta muy real. El taquillero le dio a un botón, pegamos una sacudida y el vagón empujó las puertas con violencia. Era un pasillo recto, muy largo y completamente oscuro, olía a humedad y a grasa de máquinas. Había una boca verde enorme con los ojos rojos, por los que pasamos, se acercaban una especie de demonios balanceándose, sonaba una alarma muy estridente… una calavera gigante, más puertas que se abrían fuertemente… me ponía muy inquieto el saber qué vendría detrás de esas puertas, y la soledad que había dentro… era como haber entrado en otro mundo, si se te quedaba la vagoneta parada dentro… seguramente los del exterior se olvidarían de ti para siempre, y eso incrementaba la emoción. Todo estaba muy bien hecho, los monstruos parecían de estudio de cine. A pesar de tener sus años y ser mecánicos, todo refulgía con colores sobrenaturales a causa de la luz negra. Muchos portazos, un buda, una parte en Egipto, aire saliendo de un ventilador enorme, un hombre lobo, una mujer con el pecho descubierto que se giraba para mostrar un cadáver, un astronauta enorme, una subida al espacio donde un demonio te tiraba aire comprimido por su parte trasera, haciéndote pegar un bote… Estaba el planeta Tierra, astronautas, estrellas y volvías a bajar a la tierra (pensando que sería rápido, y realmente bajabas a trompicones por una gruta con estalactitas muy inclinada) donde esperaba un hipopótamo con la boca abierta y cara de pocos amigos entre una cascada. Muchos giros, esqueletos tocando instrumentos, la famosa bruja sentada en un palo en lo alto, dos serpientes gigantes con cabeza humana, un zigzag de puertas chocantes… y de repente, veías la luz exterior con un portazo final. A día de hoy me sorprendo de lo bien hecho que estaba, de ser una atracción imaginativa, original y bien trabajada. Para mí, es la atracción más perfecta que había visto nunca.

Seguramente, si la viese hoy en día en funcionamiento, me reiría de lo cutre que era, o quizás nuestra sociedad ha pasado de valorar algo inocente e imaginativo como si fuese una mierda y querer buscar emociones mucho mas fuertes, donde acabes sacando las tripas por la boca. Eso quizás fue lo que acabó condenando a un parque donde la pretensión principal era sorprender y divertir, y no forrarse a toda costa de los visitantes.

Años después fui varias veces, ya casi adolescente, con mi prima y su novio por aquel entonces. Las alarmas de las atracciones, el Amor Express, el Barco del Mississipi, el Vikingo, Boomerang, Noria, Casa Magnética, Tazas, Jets… por mencionar algunas y no ser pesado… era todo grandioso, mágico, viejo y nuevo a la vez, decadente, melancólico, pero majestuoso, y siempre muy unido al verano y a la ciudad.

El cierre para mi fue muy rápido, demasiado, y quizás si me hubiese pillado ahora, hubiera intentado algo para evitarlo. Noticias en TV3 de un accidente en el Tren fantasma, donde dos extranjeros habían salido heridos y habían precintado la atracción, fin de la concesión, promesas del ayuntamiento de renovación, muchas ofertas… pero llego el final: el parque de atracciones de Montjuic, cierra definitivamente y su espacio lo ocupará una zona de jardines y picnic.

Poco a poco fueron desapareciendo el Boomerang, el Vikingo, la Noria… cada vez que íbamos a ver a los abuelos quedaban menos cosas. El cartel de letras con el título del parque iba desapareciendo poco a poco también. Recuerdo subir con amigos y mirar por verjas y taquillas, y ver coches aparcados, mucho polvo, cemento levantado, restos de autochoques y neumáticos.

Vi el video clip de Seguridad Social – Al ritmo del corazón, y pegué un salto en el sofá de casa… se mostraba la boca verde del Tren Fantasma y el teatro del parque, incluso los Karts. Lo habían grabado con el parque ya cerrado, como aprovechando los últimos restos arqueológicos de algo que está agonizando.

En el 2001 se anunció una apertura provisional para ver las ruinas y la interpretación de unos artistas sobre la alegría, el paso del tiempo encima y el final de las cosas. Me sonó a patraña por parte del Ayuntamiento, como para excusarse de algo tan atroz y convertirlo en poesía artística. Como haber querido contar con rimas y sonetos un asesinato. Pero igualmente fui. No me decepcionó, pero inundó mi subconsciente con imágenes con las que sueño incluso en la actualidad. La Casa Magnética todavía en pie, con los carteles oxidados y sin luz en sus bombillas… pero funcionando todavía por dentro. Un par de figuras del Safari seguían en pie, sin vías, ni árboles, ni nada más. Sonaban por altavoces sonidos de atracciones, alarmas… ponía la piel de gallina, emocionaba muchísimo, y también daba mucha rabia. Sólo estaban abiertas la planta superior y la media. El resto lo tenían cercado y acordonado, pero mi cabezonería y ‘desesperación’ me hicieron saltármelas para bajar hasta el Tren Fantasma e intentar ver qué habían hecho con él. Me esperaba ver un descampado o algo demolido… pero me encontré con un muro sólido de piedra, en donde dos agujeros enormes cerca del techo (por donde salían los vagones a la planta superior) revelaban que dentro seguían las estalactitas de la parte del hipopótamo. El suelo estaba lleno de restos de ladrillos, cemento, plásticos, poliéster… Me arrepentí de no haber ido antes y haber pedido permiso para que me lo dejasen ver por dentro, incluso llevarme algo de ahí. No quedaba ni el grillo de la fachada, ni el esqueleto, nada. Una pared de piedra. También me sorprendió el ver que era una construcción de aspecto militar, y que a la contra del Castillo del Terror (en el que todo era un caserón metálico de feria), esto era algo que llevaba mucho tiempo antes del parque, y que se quedaría ahí incluso después. Esa idea me consoló.

Dos años después se anunció en los periódicos la apertura de los jardines. Y fui con mis padres por primera vez a los ‘jodidos’ jardines Joan Brossa (Basura).

La verdad es que si ese jardín tiene algún encanto, es por los recuerdos que tenemos de él, y por ver el misterioso polvorín ahí, entre las enredaderas, sabiendo que es el único testimonio de que ahí hubo algún tipo de actividad, al igual que el edificio parasol, el Sferic, las estatuas de bronce y las oficinas de la entrada… no nos queda nada, pero la magia sigue ahí.

Nos hemos emocionado actualmente, nos hemos reído. Nos hemos preguntado qué habrá detrás de esas puertas del polvorín,  si saldrá algún monstruo o algo, como cuando funcionaba. Hemos comido frankfurts, hemos ido con parejas, amigos, familia. Hemos relacionado en nuestra cabeza cualquier sonido de coches, música o roce metálico con las atracciones que hubieron ahí… el parque ha tenido fuerza, a día de hoy, para juntar a personas de todas las edades, de caracteres distintos, de melancolía similar, para seguir diciéndonos que esto no ha sido una muerte final… que queda un pequeño y fino hilo que va latiendo lentamente y que estamos manteniendo. Y eso es algo bueno, por lo que, para mi al menos, el parque de atracciones tiene y puede tener vida para largo. Los gobiernos cambian, la sociedad también, pero el buen hacer, los sentimientos y las ilusiones siempre están ahí.

Jose Luis Sierra nos dice:

Desde muy pequeño ya me gustaron mucho los Parques de Atracciones, y de adolescente venía con mis padres a Montjuich, y este Parque tenía algo especial que me cautivo. Hay muchos rincones donde aún me acuerdo de mis padres. Posteriormente me casé y seguí viniendo al Parque con mi mujer y mi hija. Rara era la semana que no venía. Nada más entrar nos montábamos en el ZIG ZAG, y luego, sobre todo en las de niños.

Más adelante me separé, y entonces el Parque era mi segunda casa. Todos los viernes y sábados venía a ver las actuaciones de la tarde y noche, y no me perdía ningún artista fuera del genero que fuera. Entre actuaciones me iba a mi rincón favorito, allí en la Ballena, y me tomaba unos pinchitos y unos frankfurts inolvidables. Al terminar, como no, un paseo en el Tren Fantasma.  También me gustaba mucho el Castillo del Terror y la Casa Magnética. Por allí pase momentos difíciles de olvidar con muchísimas personas, y aún hoy, al pasear por los actuales jardines, recuerdo muchas cosas y me da mucha pena no poder volver atrás para revivir esos momentos tan bonitos. Recuerdo también cuando al cerrar el parque, riadas humanas iban bajando buscando la plaza de España, y ese embriagador olor de la tierra , las flores y plantas del Parque de Montjuich en esas calurosas noches de verano. También recuerdo los gritos de los que se montaban en el Boomerang, que se escuchaban ya desde antes de entrar en el Parque, tantos y tantos recuerdos que desgraciadamente, o afortunadamente, aún siguen vivos gracias a esta maravillosa Web:  https://www.achus.biz.

Hace diez años que cerró el Parque de Montjuïc pero muchos aun nos acordamos

Hace diez años que cerró el Parque de Montjuïc – Editado por Esther Bose y Josep Pérez.

4 comentarios en «Hace diez años que cerró el Parque de Montjuïc pero muchos aun nos acordamos»

  1. Estimado Parque:

    Desde hace 15 años y después de unas fiestas de la Mercé dejaste de funcionar y repartir alegría y emociones a la gente que te visitaba. Queda atrás aquella Noria iluminada que se veía desde media Barcelona, los jets que asomaban por encima de los pinos de Montjuic o el ver como desde lo mas alto del parque se lanzaba el Boomerang. Aquí poco a poco en este foro también nos vamos apagando y cada vez hablamos menos de ti. En otros tiempos los comentarios y preguntas eran continuas, las quedadas para ir a verte también las proponíamos aquí, aunque siempre que acudíamos, te encontrábamos triste y veíamos que ya no eras lo que fuiste. En un par de ocasiones pareció que nos hiciste un guiño a unos cuantos foreros y revivimos un poco tiempos pasados pero…..tal vez fue nostalgia.
    Ahora parece que resurgiste un poco con eso de las redes sociales y como mínimo no quedas en el olvido.
    Me comento un amigo que subió un día festivo a verte y que había unos padres explicándole a sus hijos que eso antes fue un parque de atracciones y que los hijos los miraban incrédulos, tal vez le tendrían que preguntar a los monumentos a Charlot, Charlie Rivel, Carmen Amaya o Joaquim Blume que les contasen lo que fue y lo que es.

    No se que decirte mas. Ya sabes que nos vimos durante muchos años y compartimos buenos ratos y algún que otro disgusto y solo por eso yo no estoy dispuesto a olvidarme de ti.

    «Señoras y señores les agradecemos su visita y esperamos hayan pasado un rato agradable en nuestro recinto, muchas gracias y buenas noches» (Aviso oficial de cierre)

  2. yo el viernes 27 me iré a dar un paseito , y le rendiré homenaje, pensare en tantas cosas y vivencias irrepetibles e inolvidables , estoy completamente de acuerdo con lo que dice Malifeta , estos días estoy yendo mucho al Tibidabo pues tengo que trabajar al lado y me estoy comprando los libros que tienen , hay uno que se llama el Tibidabo desde dentro que es una pena que no podamos tener otro así de nuestro querido Parque , toda la información esta en esta querida y maravillosa web , pero espero que algún día podamos tener algún libro ,mañana en mi programa de radio de 7 a 8 de la tarde hablare un poco del Parque , un nostálgico saludo compañeros y viva el Parque ¡¡¡¡¡¡¡¡¡

  3. Que este foro se apaga poco a poco es una realidad y quizás en el fondo todos sabíamos que tarde o temprano llegaría ese momento donde esto empezase a decaer. Es posible que aun quede mucho material de Montjuic ahí fuera, en cientos de álbumes familiares, guardando esos recuerdos.

    Pero hay que ser positivos, me gustaría que todos los que habéis aportado vuestro granito de arena, unos mas u otros menos, penséis que habéis conseguido algo muy importante.
    Se ha ganado una gran batalla, hemos ganado al silencio que los mismos que lo cerraron, quisieron imponer. Todos aquellos que como yo, durante años buscábamos información de Montjuic sin ningún resultado, como si el parque jamas hubiese existido, hoy podemos decir que le hemos pegado una buena patada en… a todos aquellos que borraron del mapa nuestro querido parque. Aquellos que intentaron llenar de silencio y olvido mas de 30 años de historia de diversión.

    Todas estas imágenes, vídeos, sonidos, recuerdos, historias y experiencias se han rescatado y gracias a eso hoy muchas personas también han recuperado un poquito de su infancia.

    Entre todos se ha vuelto a reconstruir Montjuic, porque como algunos dicen:

    “Nada ni nadie muere del todo, mientras alguien mantenga vivo su recuerdo”

  4. Aqui hay un gran material de todo tipo , y seguramente el día que menos lo esperemos alguien realice un libro o algo así , yo estos días por trabajo estoy por el Tibidabo y me estoy comprando todos los libros que tienen , y os puedo asegurar que en la web tenemos mas material , naturalmente que el tiempo va pasando y encontrar cosas nuevas cuesta mucho , y que encontrar temas nuevos para comentar también , en cuanto tengamos el Parque en 3D esto sera un lujo , yo también quiero agradecer a todos los que aportaron algo y también opino que mientras sigamos recordando al Parque este seguirá funcionando , un saludo para todos.

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